Año 2023 y todavia nos encontramos con dinámicas machistas y patriarcales dentro de las consultas de los psicólogxs.
A veces, son cosas sutiles (pero no por eso menos dolorosas o insignificantes), y otras veces son un cachetazo en el medio de la cara.
Te voy a compartir una experiencia personal:
Hace unos seis/siete años atrás me presenté en la consulta con una psicóloga que me habían recomendado como una eminencia en “relaciones toxicas”.
Me la habían recomendado porque venía de estar en una relación de violencia de género y estaba comenzando una nueva relación, por lo que quería encontrar una profesional que pudiera ayudarme a trabajar sobre esto.
Una sola consulta fue suficiente para no querer volver más.
En la primer sesión cuando le hice un resumen de cuál era mi pasado y cuál era mi momento actual, además de decirme que a mi ex yo debía agradecerle su maltrato porque eso fue lo que me mantuvo enfocada (al día de hoy sigo pensando que me habrá querido decir ya que justificar una situación de maltrato desde el trono de psicólogo es algo muy grave y peligroso, a mi parecer una verdadera aberración), en un momento cuando le dije que a mí no me gustaba que me pagaran las salidas su respuesta fue: (va descripción literal): “Ah no no, vos TENES que dejar que te paguen, porque sino a tu pareja es como que LE CORTAS LA PIJ4”, “eso hacemos las mujeres, dejamos que nos paguen y vos si queres le agradeces cocinando algo o algún día lo invitas al cine”.
Salí completamente indignada y sorprendida de que una mujer (recordemos especialista en ayudar a mujeres en relaciones tóxicas) me estuviera diciendo algo asi.
Así como me pasó a mí, creo que hay muchas mujeres que reciben estos mensajes y que al comienzo no han sido conscientes de su importancia y/o que después de un tiempo han entendido de que el trato recibido en la consulta no estaba exento de una sociedad machista.
¿Cual es el problema? Que situaciones como estas pueden llevarnos a dejar la terapia sin apoyo ni comprensión, con nuestros problemas sin resolver e incluso agravados, y con poca o ninguna gana de volver a pedir ayuda.
Es necesario que los profesionales de la salud, además de tener conocimientos acádemicos y u título colgado en la pared, también sepamos dejar nuestros prejuicios en casa. Es importante que tengamos conocimientos y herramientas que nos permitan analizar la realidad a nivel social, cultural y político.
El feminismo nos sirve como herramienta de análisis de la realidad. Gracias al movimiento muchas mujeres y disidencias hemos sido conscientes de cómo la construcción de nuestro sufrimiento interno está en parte determinada por ciertos malestares externos como la desigualdad, la violencia o el machismo.
La psicoterapia, cuando está atravesada por la perspectiva feminista, contiene un marco de interpretación más amplio, en donde se tendrán en cuenta los procesos sociales, políticos e históricos en los que están inmersas las personas que llegan a nuestra consulta.
Cuando la terapia, independientemente del modelo terapéutico, está atravesada por el feminismo, se entiende que se darán ciertos requisitos que garanticen un análisis más profundo de la realidad de quién consulta: se reconocen, por ejemplo, las diferentes opresiones a nivel sexo, género, orientación sexual, etnia, clase, etc., teniendo en cuenta las relaciones de poder que conllevan y sus implicaciones psicológicas.
Esto deja en evidencia la importancia de encontrar profesionales que tengan a mano una caja de herramientas lo suficientemente amplia como para que abarquen diferentes visiones del mundo que nos rodea.
Ilustración: Pri Barbosa @priii_barbosa
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